terça-feira, 20 de abril de 2021

O JUÍZO PARTICULAR – O Comparecimento de um Pecador no Tribunal de Deus

 


V – O JUÍZO PARTICULAR


O Comparecimento de um Pecador no Tribunal de Deus

Um criminoso fugido do cárcere – Numa cidade, em época de guerra, se achava num cárcere um homicida que esperava a sentença. Eis, no entanto, que os inimigos entram na cidade e saqueiam-na e põem-lhe fogo. O povo foge, e os encarcerados também fogem da prisão. Vendo-se livre, exclamou o homicida:

_ Desta vez meus inimigos estão bem liquidados!

_ Devagar! Ainda ficou um deles: o mais forte! – disse-lhe um bom sujeito.

_ Quem é?

_ É Deus. Tu, que és um assassino, não tens afinal Deus por inimigo? E desse inimigo, que é onipotente, não poderás fugir. Quando menos pensares nisso, Ele mandará o seu meirinho que é a morte, e esta levar-te-á ao seu tribunal, onde serás julgado.

Essas palavras abalaram o assassino, que se reconciliou com Deus mediante uma boa confissão; depois foi apresentar-se ao juiz terreno a fim de pagar o seu crime antes de comparecer ao Juiz eterno.

***

Queira Deus que a meditação do Juízo dê um abalo também em vós. Perante o tribunal de Jesus Cristo devemos todos comparecer para dar contas do que fizemos em vida, assim de bem como de mal: Omnes nos manifestari oportet ante tribunal Christi, ut referat unusquisque prout gessit, sive bonum sive malum (2 Cor 5,10).

Consideremos:

1 – O comparecimento de um pecador no Tribunal de Deus;

2 – O processo;

3 – A Condenação.

1 – O Comparecimento

1.1 – O Pensamento

“Está estabelecido que morram os homens uma vez; e depois disso o Juízo: Statutum est hominibus, semel mori; post hoc autem Judicium” (Hebr 9,27). Morrer não é nada: o que apavora é o que virá logo depois da morte, isto é, o Juízo.

Ao pensar nisso até os santos tremiam.

São Jerônimo – S. Jerônimo (+420) morava numa gruta no deserto, onde fazia grandes penitências; no entanto, quando pensava no Juízo, sentia gelar o sangue, e olhava apavorado em torno de si, pois lhe parecia que até as pedras o acusassem perante o divino Juiz.

São Cipriano – S. Cipriano, bispo de Cartago e mártir (+258), até entre jejuns e orações exclamava: “Ai de mim, quando for chamado a Juízo!”

Se assim temiam o Juízo os Santos, como o não deverá temer um pecador?

1.2 – A visita do Juiz

Assim que a alma tiver saído do corpo, achar-se-á diante de Jesus Cristo Juiz, sozinha, sem parentes, sem amigos, sem companheiros. Verá, então, subitamente como num espelho, todo o bem e o mal que tiver feito, pois o Senhor iluminá-la-á com a sua luz divina: Iluminabit abscôndita tenebrarum et manifestabit concilia cordium (1 Cor 4,5).

Que dirá e fará um pobre pecador diante disso? Ver pela primeira vez Jesus e vê-Lo indignado! Que terror ao achar-se diante de um Deus que sabe tudo, que vê tudo, até os pensamentos! “Ele descobre e revela as coisas mais ocultas, e conhece o que está nas trevas (Dan 2,22). Ele é o Senhor do Céu e da terra, e pode fazer tudo. Ele é Majestade tremenda. Ele é o Juiz severíssimo que julgará segundo as obras de cada qual (Ez 7,8). Ele julgará todos os atos por um! (Ecl 12,14); e também as menores coisas e até as palavras ociosas (Mt 12,36).

Quem poderá olhar de frente a esse Juiz? Quis stabit ad videndum eum? (Mal 3,2).

O sonho de um jovem – S. Vicente Ferrer conta de um jovem de má vida, que uma noite sonhou achar-se perante o Tribunal de Deus a fim de ser julgado. Ao ver pela primeira vez Jesus Cristo indignado contra ele e ao ouvir que ele pedia contas de toda a sua vida, foi tomado cabelos brancos.

Se o Juízo experimentado apenas em sonho mete tanto medo, que será depois na realidade?



(Extraído do livro A Palavra de Deus em Exemplos, G. Montarino,

Do original La Parole di Dio per la Via d’Esempi)

Fonte: http://beneditinos.org.br/2021/02/o-juizo-particular-o-comparecimento-de-um-pecador-no-tribunal-de-deus/

sexta-feira, 16 de abril de 2021

Regra de vida para mães: como ordenar seu lar e trazer paz à alma




Sinopse


Herança dos Padres do deserto, uma regra de vida é uma maneira de traduzir a fé nos hábitos e ritmos de nossa vida cotidiana, elegendo certas práticas espirituais em meio a nossos deveres de estado. 

Combinando a sabedoria monástica com as circunstâncias e particularidades da própria vida, todos podem estabelecer para si uma regula, uma medida na qual apoiar-se a fim de consagrar a Deus sua existência.

Holly Pierlot dirige-se às mães que, talvez perdidas, desejam responder generosamente ao chamado do Senhor à santidade. Sugerindo um modelo de regra de vida para elas, a autora mostra como é possível conciliar o cuidado do lar, o amor ao marido, a criação de bons filhos para Deus e os interesses pessoais; tudo isso crescendo em intimidade e amor para com Ele.

Ficha Técnica:
ISBN: 9786587135229
Editora: Ecclesiae
Dimensões: 14 x 21 cm
Idioma: Português
Páginas: 213

sexta-feira, 9 de abril de 2021

Habla Solzhenytsin - Obispo Richard Williamson


Al sufrir bajo el comunismo los rusos aprendieron lo que realmente importa, y volvieron a Dios.

He aquí, para Pascua, el famoso discurso por Templeton de Alexander Solzhenytsin, resumido drásticamente. El discorso original fue de 1983.

Cuando yo era un niño, la gente decía que fue el olvido de Dios lo que llevó a la Revolución Rusa de 1917. Ahora que soy un hombre en 1983, esa frase sigue diciéndolo todo. Resume todo el siglo XX con todos sus crímenes, empezando por la Primera Guerra Mundial, que no habría sido posible (por ejemplo, convertir el gas venenoso en un arma) sin un amargor impío en los dirigentes de Europa. También la Segunda Guerra Mundial. Los europeos están quemados. La paz depende de los corazones robustos, no de la bomba nuclear. Nos hemos acostumbrado demasiado al Apocalipsis. Dostoyevski decía que los grandes acontecimientos nos han pillado desprevenidos, y sólo después de que el mundo haya sido poseído por los demonios será posible salvarlo de nuevo.

Mientras tanto, el Diablo triunfa en todo el mundo. En 1917 la fe se había extinguido en la clase dirigente rusa, y estaba amenazada en la clase obrera. Sin embargo, hubo un tiempo en que Rusia estaba impregnada de cristianismo ortodoxo. La piedad, y no el materialismo, moldeaba el pensamiento y la personalidad de la gente, y organizaba sus vidas. Pero un cisma en el siglo XVII y las reformas de Pedro el Grande debilitaron la religión, y el secularismo del siglo XIX envenenó a la clase dirigente, de modo que en 1917 la religión estaba lisiada.

La revolución siempre comienza con el ateísmo, dice Dostoievski, pero nunca el ateísmo ha sido tan malévolo como en el corazón del comunismo. En los años 20 hubo una verdadera nube de mártires cristianos en Rusia, de arriba a abajo de la Iglesia y del Estado, mientras que, por ejemplo, los niños fueron arrancados de sus padres y de toda religión. Stalin favoreció la religión sólo para revivir el patriotismo ruso contra Hitler, y Brezhnev fingió ser religioso para engañar a Occidente, pero Krushchev demostró cuán profundo è il odio de la religión por parte del comunismo, y de todos los indignos sucesores del enloquecido Lenin. Sin embargo, ninguno de estos enloquecidos perseguidores de Cristo esperaba lo que ocurrió: bajo la apisonadora comunista la conciencia rusa de Dios es ahora aguda y profunda. Los tanques y los cohetes nunca vencerán al cristianismo.

En Occidente, la religión está más amenazada desde dentro que desde fuera. En la Edad Media el laicismo surgió desde dentro, más peligroso que los tanques o los cohetes. Su ideal no vuela más alto que la vida, la libertad y la búsqueda de mi propia felicidad. El bien y el mal son objeto de burla. Se olvida el corazón humano. Resultado, el mal está por todas partes. Occidente se desliza cada vez más, pierde su juventud. Los medios de comunicación blasfeman de Jesús y María. En ese caso, ¿Qué razón tengo para no hacer lo que me gusta con mi libertad? ¿Por qué no odiar a mi propia sociedad, como ésta me enseña a hacer? ¿No se corresponden las debilidades del capitalismo con las debilidades de la naturaleza humana? ¿Por ejemplo, la búsqueda de dinero al pecado capital de la avaricia? El capitalismo se jacta de establecer la igualdad. ¿Pero no es una igualdad de esclavos, desprovista de valores espirituales? ¿Y me hace más libre? Pero cuanto más “libre” soy, ¿no significa que odio más ciegamente? La salvación nunca puede ser por el dinero o por la abundancia de bienes materiales.

Sin amor, la vida y el arte perecen. En Occidente eso sucede voluntariamente a manos de los hombres que quieren ocupar el lugar de Dios. Tanto Oriente como Occidente se han olvidado de Dios. Sin embargo, la clave de toda nuestra existencia es la elección diaria que cada corazón humano tiene que hacer entre el bien y el mal. Las teorías modernas que vuelven a centrar todo en la sociedad han demostrado estar en quiebra, pero no hemos rechazado sus mentiras. Si no volvemos a Dios, nunca encontraremos la salida a nuestros problemas. El enemigo está dentro de mí. Somos nosotros los que nos ahorcamos.

La vida humana no es más que una etapa en el camino hacia Dios. Es más que las leyes de la materia, es decir, las ciencias físicas. En Dios vivimos y nos movemos y tenemos nuestro ser: Él es el “Amor che mueve el sol y las otras estrellas” – Dante, línea final de toda su “Divina Comedia”. Olvidemos los siglos XIX y XX. Debemos subir a Dios. La llamada Ilustración fue un completo fracaso.

Kyrie eleison.